Me
avente
al abismo
azul
la melodía con acordes de libertad
me mostraron tu presencia
me agarró la monotonía
y deje de verte.
El éxtasis de mis huesos
soplaron al viento tu nombre en la lapida
la melodía sigue sonando en mi cabeza
y mi corazón nunca dejo de latir
Arrestada en vida
muerta en esta era
atrapada en un cuerpo inútil de suicidio
solamente me queda
recoger ostias en tu altar
condenarme en confesionarios sangrientos
y abandonar mi esencia.
Mis muñecas están heridas
mis intestinos desechos
y nunca conseguí tocarte.
El veneno de Romeo ¿Quién lo venderá?
El revolver de Wether ¿Quién lo tendrá?
¿Dónde están los filos de la muerte?
Maldita sea
quiero una sinfonía que agote mi esencia
y me haga desaparecer del universo sideral
quiero un canto
y que en el se exprese mi agonía.
quiero adagios tras adagios
y también quiero quedarme atrapada en esa sinfonía.
Para
que
jamás
vuelva
a ver
el
d e s p r e c i o h u m a n o
La rosa mística de los hombres
Arrojan desdenes en el precipicio
manipulan situaciones
piensan con dos cabezas
pero pocas veces usan la razón
salen del mismo punto hacia diferentes direcciones
lastiman y consuelan
prometen y se justifican
rezan y se confiesan
aman pero a la vez odian
prometen y a la vez pecan
piden bonitas y buscan feas
piden esencia y buscan vacios
piden santas y buscan putas
ellos son malévolos sin querer serlo
realmente ¿Qué quieren?
Ellos son como la rosa mística
se agrupan por puntos
Unos te mandan al psiquiátrico
otros te dejan con el vestido de novia comprado
otros ni se despiden cuando la muerte los sorprende
otros simplemente te engañan en las redes sociales
haciendo conversaciones absurdas sin conocer rostro alguno.
se citan y se decepcionan
se desprecian y a la vez se desean
Hombres
dudo mucho que hayamos salido de sus costillas
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